Navidad en Groenlandia
Bien al norte del mundo, allá donde el desierto es blanco y la noche es constante. Allí pase esta Navidad. Si, en las mismísimas tierras de Santa, en nada más y nada menos que el Polo Norte.
Un pueblo de cuatro mil habitantes, un clima áspero, frío y de persistentes nevadas. Un sol que nunca sale, y una luna que ilumina tanto de noche como en las horas que deberían ser de día.
Una navidad que busca iluminarse a pesar de su noche perpetua, y es que hasta el 13 de Enero el sol no vuelve a salir, dejándoles así apenas unas horas de azul claridad, que a veces, si el clima esta bueno, deja entrever unos rayos dorados a lo lejos.
Para llegar a Groenlandia solo existe dos medios de transporte, o barco (que opera en verano) o avión, operado únicamente por Air Greenland con vuelos frecuentes desde Copenhague o Reykjavik. Y así, dejando atrás el sol y de repente entrando en una temprana oscuridad desde la ventana del avión ya me anticipaba a lo que sería una navidad en uno de los lugares más curiosos del planeta.
Ilulissat fue mi ciudad escogida para esta aventura. Al norte de Groenlandia, la segunda ciudad más grande del país tiene solamente cuatro mil habitantes. Tal es así que no pierde su aire pueblerino. Ya a las 14.30 la noche había llegado por completo, pero aún así los niños patinaban en la plaza principal y el árbol de navidad jamás se apagaba iluminando a los más chicos que se acercaban con sus trineos a jugar entre la nieve.
Cada casa poseía su estrella luminosa colgada y no había ni una que no tuviera al menos un adorno navideño.
La navidad en estas tierras se festeja el 24 a la noche, en la nochebuena. Pero claro, es el primer pueblo que Santa visita así que son los afortunados de saludarlos poco después del mediodía antes de que se prepare a emprender su viaje.
El pueblo cuenta con un “City Hall” un lugar comunitario techado, donde dan lugar a muchas celebraciones del pueblo. Y es ahí donde se reúnen tal vez más de la mitad de la ciudad ( tanto niños como adultos) para cantar juntos alrededor del árbol. Reina un silencio extraño, solo se oyen las voces susurrando canciones locales sobre navidad. Muchos de los niños llevan sus sombreros y hasta algunos ropa navideña para la ocasión. Entre canción y canción se saludan entre vecinos, tengo la sensación de que todos se conocen entre si y que ya habían notado de mi extraña presencia.
De repente la multitud se da vuelta, y con un celebre “Jo jo jo” aparece el rey de la navidad el mismísimo Santa.
La jornada termina con fotos y abrazos, y ya todos vuelven a sus casas. La cena estará servida por la noche y al tocar las doce los regalos de navidad serán entregados bajo el árbol deseándose así una bella navidad.
Tranquila, silenciosa pero sobre todo deliciosa navidad. Desde un pueblo en los cofines del mundo, la fiesta más colorida del año busca iluminar hasta los lugares más recónditos de la tierra. Y aunque el clima congelado y la oscuridad de la época envuelven al pueblo en una atmósfera fría, la navidad siempre sabe despertar su espíritu. La navidad siempre nos trae su luz y aquí, mas que de los regalos, de eso se trata.
Una navidad en uno de los lugares más épicos del mundo, distinta. Una navidad en el polo norte. Una navidad en Groenlandia. HECHO ✓
Si quieren vivir esta experiencia pueden contactar con VISIT GREENLAND donde se ofrecen tours a la ciudad para esta época del año.
El HOTEL ICEFJORD, fue mi escogido pra esta aventura. En la noche de Navidad sirve un buffet a base de comidas locales, cerveza de la casa y hasta regalos para todos los invitados. Un lugar magnifico para celebrar tus fiestas en este rincón del mundo