té. En muchos lugares del mundo el té se caracteriza por su color, por su representación social, cuerpo o fuerza pero en esta pequeña isla el té se destaca por su sabor, una mezcla de sabores ácidos con dulces que generan un aroma que es imposible de imitar. Sin contar su preparación 90% artesanal, si bien las maquinas hacen un trabajo final, la obra más importante y yo diría que tal vez el que le da la distinción, es total y completamente manual.
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El primer paso consiste en la recolección. Si bien los campos se distribuyen por todo el país, las más importantes plantaciones las encontramos en el corazón de la isla, en la zona llamada Tierras Altas, donde comenzamos a distinguir los miles de cultivos colmados por las “tea pluckers” o recolectoras que realizan el labor a unos 1200 metros de altura. Y si bien son las verdaderas artesanas de este labor no reciben el salario adecuado, con un pago mensual de 50 euros al mes trabajan desde el alba hasta el atardecer eligiendo minuciosamente las hojas adecuadas y descartando todas aquellas que no se encuentren sanas. Solo deben tomar las que han crecido en lo alto de la planta y rápidamente ingresarlas a sus bolsas.
LAS MÁS IMPORTANTES PLANTACIONES LAS ENCONTRAMOS EN EL CORAZÓN DE LA ISLA, EN LA ZONA LLAMADA TIERRAS ALTAS
CON UN PAGO MENSUAL DE 50 EUROS AL MES TRABAJAN DESDE EL ALBA HASTA EL ATARDECER ELIGIENDO MINUCIOSAMENTE LAS HOJAS ADECUADAS
Tomar un té de Ceylón en Sri Lanka. HECHO